miércoles, 2 de mayo de 2012

Un Poco de Economía Básica

No hay día que no nos levantemos escuchando en la radio, o leyendo en alguno de los periódicos nacionales al periodista de turno, soltando sus habituales y por otra parte nada originales ideas, acerca del cambio de modelo productivo y del derroche que según ellos hemos realizado los últimos años en la construcción de líneas de alta velocidad.

Vaya por delante, que me estoy empezando a cansar de esta actitud tan española, de ensalzar hasta el infinito los pequeños logros patrios, cuando todo marcha bien, para pasar, sin solución de continuidad a ridiculizar hasta extremos indecentes cuando las cosas no funcionan. Seamos serios, ni una cosa ni la otra.

El famoso cambio de modelo productivo, que dicho así queda como muy "de moda", no es para nada un concepto sencillo, ya que está plagado de interrelaciones entre condiciones culturales, sociales y geográficas de un país, y no es algo que unos señores sentados en sus despachos puedan cambiar por su cuenta. Pero es más, es que no está claro que sea necesario cambiarlo. No parece muy lógico, que pretendamos de la noche a la mañana hacer algo, que no hemos hecho en décadas y además hacerlo mejor que otros países que nos llevan generaciones de ventaja. No creo que pretendamos hacer la competencia a Alemania fabricando maquinaria pesada, a Inglaterra como centro financiero, a Suiza fabricando relojes y chocolate o a Mónaco haciendo vete tú a saber que.

Realmente, no hay nada de malo en vivir del turismo, de la construcción y de la exportación de los productos que siempre se han fabricado en este país, lo que sí hay que hacer es apoyar a estos sectores, para que sean cada vez más competitivos. No es de recibo, que Italia comercialice el aceite de Jaen, que nuestras fábricas de inyección de plástico fabriquen jardineras, sillas y mesa de "diseño italiano", y parte de nuestro vino viaje a Francia y Alemania para etiquetarse y venderse. Y lo que me parece más increíble es que legiones de camiones viajen por toda Europa para abastecer los mercados centrales de medio continente, con un transporte tan poco eficiente.

Pero vayamos por partes. Como ya es sabido desde hace mucho tiempo, una de los condicionantes  necesarios para el desarrollo de una industria competitiva es la existencia de una red de transporte eficiente. Y en un país con las características montañosas del nuestro, y con la ausencia de transporte fluvial, es fundamental el desarrollo de una red de ferrocarril eficiente, tanto para el transporte de mercancías como para el de pasajeros.

Os podéis imaginar lo que supondría para el turismo, la agricultura, la industria azulejera, jugetera y del calzado, si existiese una línea de alta velocidad que conectase todo el arco mediterráneo con el centro de Europa, y de paso con el centro del país. Un verdadero sueño.


Sin embargo, hemos tardado demasiado en acometer las obras de modernización de la red ferroviaria, y valga el juego de palabras, hemos perdido el tren. ¿Dónde está "el corredor mediterráneo"?, una infraestructura tan básica.Ahora de forma apresurada nos entran las prisas y empezamos a inventar cosas como el "tercer raíl". En su momento, y da igual el color político, se apostó en exceso por el transporte por carretera, y llenamos el país de autovías, autopistas y rotondas. A simple vista podía parecer una buena idea, pero ahora nos estamos dando cuenta de los enormes costes de mantenimiento de estas infraestructuras, y de lo difícil que resulta repercutir estos costes a los usuarios.

Por otra parte, otro de nuestros grandes sectores productivos, es la construcción como todos sabemos. Un sector que puede llegar a ser muy competitivo, cuando ejecuta proyectos en el exterior. Pero, no nos engañemos, somos competitivos cuando salimos al exterior de forma organizada, es decir, cuando las empresas internacionalizan los equipos de trabajo. Por contra, me parece una idea nefasta, desmontar las estructuras productivas existentes para internacionalizar a nuestros técnicos en forma de "comandos" 

Pero una vez más, hemos empezado tarde, y es una verdadera pena, que se pierdan tantos profesionales y especialistas (no me refiero a la mano de obra no cualificada) y se le obligue a reconvertirse de forma apresurada. Parece que los profesionales de la construcción somos los nuevos "leprosos", y nuestros dirigentes se avergüenzan de nosotros.

Por cierto, por si alguien lo duda, la recuperación económica sólo puede venir de la mano del turismo.


@El Ingeniero del Futuro.


1 comentario:

  1. Nada de trasnposrte eficiente. Desde que entramos en la maravillosa Unión Europea, España ha desmantelado gran parte de su industria y el campo.

    Ahora que no tenemos ni industria, ni campo, ni moneda.... pero somos tan europeos!!!!

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