lunes, 30 de julio de 2012

Carta a los Futuros Ingenieros Civiles

Esta carta está dirigida a esos chicos y chicas que ya han decidido que quieren ser Ingenieros/as de Caminos, o mejor Ingenieros/as Civiles, que me gusta más, a los que lo están pensando, e incluso a los que todavía les quedan unos pocos años para tener que decidirlo.

Me refiero a aquellos chicos y chicas que poco a poco, irán apareciendo por las distintas universidades dónde se imparten estos estudios, con cara de despiste, pero con la suficiencia que proporciona el tener toda la vida por delante.

Finalmente, habéis marcado la casilla que corresponde a estos venerados estudios, algunos lo habéis decidido después de una larga meditación, otros los sabíais desde hace mucho, y los hay también que lo habéis decidido en el último momento o simplemente circunstancias ajenas han decidido por vosotros. En cualquiera de los casos, los motivos poco importan, porque ahora tendréis la posibilidad de descubrir si vuestra elección ha sido la adecuada.

Con la autoridad que me proporciona acercarme a los cuarenta, cuando ya hace casi quince años que abandoné la Ilustre Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, me permito daros un consejo, o mejor una recomendación: no perdáis el tiempo, tenéis que estudiar, viajar, vivir, conocer gente, aprender idiomas, pero sobre todo, lo más importante de todo, es que tenéis que descubrir qué es lo que más os gusta, aquello a lo que no os importa dedicarle las veinticuatro horas del día. Puede ser esta carrera o sólo una parte de ella, o puede ser otra, o incluso hasta descubrís que ni siquiera os gusta demasiado estudiar. En cualquier caso,l os mejores son lo que hacen lo que les gusta, sea lo que sea, y esta carrera no es una excepción.

Si durante los próximos años descubrís que no os gusta, no lo dudéis, sea cuando sea, nunca es tarde para cambiar, para perseguir vuestro sueño. El fracaso más grande, es no ser capaz de descubrir lo que a uno más le gusta. Y la peor frustración es no dedicar la vida a lo que te hace más feliz. Recibiréis presiones, de vuestros padres, de vuestros amigos, de la sociedad, pero nada importa, vuestro futuro está en juego, y nadie tiene derecho a opinar.

No os engañaré, son malos tiempos para esta noble profesión, pero por otra parte, también es el momento de las verdaderas vocaciones, de recuperar la ingeniería como servicio a la sociedad, que es y será siempre necesaria.

Durante los próximos años conoceréis a muchos profesores, buenos, malos y regulares, de todos podéis aprender algo. Los habrá que intentarán poneros piedras en el camino, e incluso desanimaros, seguramente pasaréis por muchos momentos de frustración y de desanimo, pero todo ello os ayudará a madurar. Antes de llegar al final del camino, tenéis que descubrir si ésta es vuestra verdadera vocación, todo un reto. El expediente no importa, los años perdidos tampoco, lo que importa es encontrar el camino... Mucha suerte a todos.


@El Ingeniero del Futuro.


Saludos.









lunes, 2 de julio de 2012

Los Coeficientes de Seguridad en Geotecnia

Hoy voy a hablar un poco de los coeficientes de seguridad. Vaya tontería pensaréis algunos, pues... os aseguro, que aunque todo el mundo habla de ellos, no todos comprenden de verdad lo que suponen.

Este concepto, en realidad lo utilizamos todos los días en nuestra vida diaria, muchas veces incluso sin darnos cuenta. Cuando conducimos, siempre nos guardamos nuestro margen de seguridad al frenar o al tomar una curva (salvo que seamos Fernando Alonso), intentamos no terminar el mes con nuestra cuenta a cero (difícil en estos tiempos), e incluso en nuestra vida profesional cuando damos opiniones, o previsiones, siempre nos guardamos un pequeño margen (o por lo menos lo intentamos). ¿Y por qué hacemos esto?. Pues ni más ni menos que por las indeterminaciones, es decir, para cubrirnos en caso de imprevistos.

De este concepto de indeterminación (de cargas y de características de los materiales) arranca el uso de coeficientes de seguridad en ingeniería, y en consecuencia, cuanto más grande sean las incertidumbres, mayores serán los coeficientes empleados. A lo largo de la historia, se han empleado diferentes enfoques para introducir la seguridad en los cálculos, evolucionando desde los métodos en tensiones admisibles hasta los métodos estadísticos, pero en esencia hablamos de lo mismo.

Una de las disciplinas de ingeniería que tiene mayores incertidumbres es la geotécnia, y en consecuencia, dónde se usan unos coeficientes más elevados, a veces rozando lo absurdo,  fruto de unas normativas muy anticuadas.

A lo largo de mi vida profesional me he encontrado con técnicos, cuya formación hacía suponer unos conocimientos suficientes del tema, pero que hacían verdaderas barbaridades.

Desde el que utiliza los coeficientes por punta y fuste para reducir la longitud de los pilotes o sobrecargarlos a su antojo, hasta el que adopta los parámetros del terreno que más le interesan en cada caso. Pero sin lugar a dudas, el caso que más me impactó fue el de un supuesto "experto en geotecnia" que hizo gastar a su cliente más de lo que era razonable, alegando que el terreno tenía variabilidad y aplicando un coeficiente propio (como sí el terreno fuese homogéneo en algún caso).

Estos casos son anécdotas, pero reflejan errores muy comunes:
  • Pensar que los coeficientes de seguridad que se emplean en geotecnia, son tan holgados que "no pasa nada" si cambiamos lo que nos convenga.
  • Que los coeficientes de seguridad indican el margen de seguridad real que tiene la estructura.
  • Que el criterio del proyectista es más importante que el de cientos de ingenieros que han participado en la elaboración de las normas y reglamentos, o los que los han sancionado con la práctica profesional durante muchos años.
  • Confundir el coeficiente de seguridad con el coeficiente de "acojone" que podemos adaptar a nuestros gustos o según nuestro estado de ánimo particular.

Un último consejo: cuidado con los redondeos, no se trata de afinar los cálculos hasta el segundo decimal, pero sí, de ser un poco estrictos, porque los coeficientes de seguridad ya son suficientes.



@ El Ingeniero del Futuro

Saludos