martes, 29 de julio de 2014

No entiendo Nada

Tengo que confesar que llevo un tiempo desconectado del tema de la homologación de los títulos, pero el otro día hablando con un amigo me comentaba lo complicado que veía el tema. Cada vez hay más intereses creados, más universidades que ofertan sus propios máster de homologación para graduados e ingenieros de los planes antiguos. El problema que en un principio parecía fácil de solucionar, cada día que pasa se vuelve más y más complejo, y lleva camino de enquistarse de forma permanente.  ¡Ojalá me equivoque!.

La triste verdad es que los colegios profesionales, y vaya por delante que el nuestro no es una excepción, parecen haber llegado demasiado tarde a esta lucha. Y cada vez que me llega alguna información del colegio de caminos me asalta la misma duda: ¿para quién trabaja el colegio?.

Yo no juego al golf, aunque me gustaría, no hago senderismo, o si lo hago no tiene que ser rodeado de personas cuyo único vínculo es haber estudiado lo mismo que yo, intento (que desvergüenza por mi parte) no tener que emigrar para buscarme la vida. Y es que viendo las ofertas de trabajo que publica el colegio, parece que haya un complot para deshacerse de todos y luego cerrar la puerta para montar un club de golf con los que sobrevivan.

Y por si esto no fuera suficiente ahora parece que nos dedicamos a otros problemas más complejos relacionados con el alma. Leí algo sobre una beatificación, pero creerme que ni siquiera lo terminé. Creo que hay otros problemas más importantes, y no niego que este lo pueda ser para muchos, pero en la situación actual en la que muchos compañeros se están ganando su beatificación "en vida" lejos de sus casas y sus familias, creo que los esfuerzos hay que gastarlos en otras cosas.

Por cierto veo que a pesar de todo lo que hemos pasado estos últimos años seguimos tirándonos los trastos los unos a los otros, entre los ingenieros técnicos y los que no los son, entre los arquitectos y los ingenieros, entre todos los ingenieros entre sí, peleándonos cuál ave de rapiña por las últimas migajas del pastel, sin darnos cuenta que el pastel se lo están comiendo otros. Es necesario un frente común de todas las titulaciones técnicas para poder afrontar este y otros problemas que vendrán.

En fin, que yo sigo siendo un poco inocente e iluso y cada vez entiendo menos.


@El Ingeniero del Futuro.

Saludos.


domingo, 6 de julio de 2014

Cambalache

Ayer por la noche después de cenar estuve viendo durante un rato el programa "viajar con niños", que protagoniza una pareja americana que viaja por todo el mundo con sus dos hijos de 5 y 7 años. Muy recomendable por cierto. 

El último capítulo era sobre su viaje por Irlanda: bonito país, buena gente y cuatro premios Nobel de literatura. Pero esto último, como se suele decir, no le importa a nadie, si además de escribir jugasen al fútbol sería otra cosa.

Pero no nos engañemos, vivimos malos tiempos para el mundo de la cultura y la ciencia. Como decía la letra del tango "Cambalache":

Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador... 
¡Todo es igual! ¡Nada es mejor! 
Lo mismo un burro que un gran profesor.


Y encima ahora los puentes en Brasil tienen la mala costumbre de caerse, y mira que es difícil. Decía un buen amigo que para que falle una cimentación, tiene que estar mal proyectada, mal ejecutada y además tener muy mala suerte. Pero a mí me gusta más aquello de que las estructuras no se caen porque son más honradas que los arquitectos.

Lo peor de todo, es que los ingenieros, los arquitectos y los científicos sólo somos noticia cuando algo falla, cuando alguien es procesado por algún delito, o cuando aparece su nombre en un caso de corrupción. No aspiro a que los niños de pequeños quieran ser ingenieros en lugar de futbolistas o bomberos, pero es muy triste que los grandes nombres sean unos completos desconocidos para el gran público y queden sólo en placas de viaductos y contraportadas de libros. 

Es el trabajo constante y sacrificado de muchas personas lo que hace que este mundo sea cada vez más habitable. Grandes científicos de la actualidad que luchan todos los días contra terribles enfermedades en la soledad de su laboratorio son más desconocidos que la novia de un futbolista de segunda fila. 

No vamos bien así.



@El Ingeniero del Futuro.


Saludos.