miércoles, 18 de septiembre de 2013

Ingeniería Social

Algunas veces, circulando por determinadas carreteras, uno se pregunta si realmente alguien, cuando se diseñaba o se construía, ha pensado en el sufrido conductor. Hay días en los que uno sale de casa con el firme propósito de cumplir cada una de las señales de tráfico, de comportarse como un conductor ejemplar. 

Los primeros kilómetros todo parece transcurrir con normalidad, adaptas tu velocidad a las sucesivas limitaciones, observas con atención los paneles luminosos, respetas de forma escrupulosa la distancia de seguridad, tratando de anticipar las maniobras, pero... de repente, en pocos metros te encuentras con una señal de curva a la izquierda, peligro desprendimientos, cuidado que puede cruzar un animal salvaje la carretera, velocidad máxima 80 km/h, prohibido adelantar, velocidad máxima 50 km/h, ceda el paso, peligro obras, máquina segando.... vamos, que ni Fernando Alonso es capaz de procesar tanta información.

Y eso por no hablar de los nuevos anuncios luminosos que han florecido en los márgenes de las carreteras de acceso a algunas ciudades. Me parece increíble que se hayan permitido.

La triste realidad es que las infraestructuras se proyectan y construyen pensando mucho en la normas y poco en el usuario final. Es cierto que es necesario cumplir con la normativa vigente, pero hay muchas maneras de hacerlo, y en la mayoría de casos no se tiene en cuenta al usuario, que además es el que las paga con sus impuestos.

En el mundo de la empresa, se ha evolucionado desde el primigenio concepto de orientación hacia la producción, pasando por la orientación a las ventas, orientación a los consumidores, orientación a la competencia, orientación al cliente y las más avanzadas finalmente hacia una orientación social.


Desgraciadamente en el caso de la ingeniería civil, en el mejor de los casos hemos llegado al tercer nivel, pero nos queda mucho camino por recorrer, así que es la  hora de dar un giro radical en su concepción, y el objetivo debe ser mejorar la experiencia del usuario. Todo un reto, en la situación actual, pero seguramente, una de las causas de la crisis del sector la podemos encontrar en la falta de orientación al cliente.

@El Ingeniero del Futuro.

Saludos.