domingo, 17 de febrero de 2013

Mantenimiento, Atención Primaria y Educación.

A cuenta de lo que ha pasado últimamente con el viaducto de la A3 en el viaducto de Contreras, se me ocurre que este tema es bastante más difícil de analizar de lo que parece, y resulta extremadamente fácil terminar enumerando los mismos argumentos de siempre. 

Tampoco parece, dada nuestra situación actual, que sea el momento mas adecuado para hablar de estos temas, que pueden parecer casi un lujo. No obstante, sí creo que merece la pena reflexionar un poco.

Vaya por delante, que no tengo ni idea de lo que ha pasado en este caso en concreto, porque no tengo los datos suficientes para poder juzgar. Pero como soy bastante inconsciente a veces, me atrevo a decir que con un adecuado programa de vigilancia y mantenimiento, seguramente las consecuencias para los usuarios hubieran sido bastante menores. Me cuesta mucho creer que no se hayan manifestado signos de deterioro anteriores, que hubiesen podido permitir actuar antes.

Seguramente, gran parte del problema está ocasionado por la consideración del mantenimiento de las infraestructuras como un gasto y no como una inversión.

Hace unos días, en un programa de televisión, la opinión de una persona sobre el problema de la sanidad me hizo reflexionar bastante. A veces, una sola palabra produce en tu cabeza una reacción en cadena de consecuencias inimaginables; en mi caso, esta palabra fue "inversión". Este señor, hablaba de la atención primaria sanitaria como una inversión:

  • Porque reducía la duración y gravedad de las enfermedades.
  • Porque reducía el número y gravedad de las atenciones en urgencias.
  • Porque mejoraba la salud global de la población.
  • Desde un punto de vista puramente económico porque reducía el número de horas perdidas por enfermedad.
En definitiva, porque cada euro invertido en atención primaria, permitía a medio plazo reducir el gasto médico global en atención hospitalaria.

Algo similar parece suceder con el tema de la educación infantil. Tenemos cierta obsesión, en éste nuestro país, con la educación universitaria, como si fuese la solución a todos los problemas, y dedicamos muy poco tiempo y atención a los primeros años de la educación. Puede alguien hacerse una idea, por ejemplo, de la cantidad de dinero que se ahorraría nuestra economía, si los niños españoles terminasen la educación primaria, sabiendo leer y escribir perfectamente en algún idioma extranjero. El cambio sería radical en sus perspectivas laborales. ¿Y es esto imposible?... No, solo hace falta gastar dinero. Perdón, he dicho gastar, pero realmente sería INVERTIR.

¿Y por qué no lo hacemos?. Pues me temo, que sencillamente porque los resultados de todas estas políticas no se aprecian a corto plazo, y desgraciadamente, las decisiones políticas se toman pensando en obtener réditos inmediatos.

Pero volvamos al tema de las infraestructuras. Desgraciadamente, todos los días asistimos como espectadores y usuarios al progresivo deterioro de gran parte de nuestras obras públicas. Los efectos se empiezan a vislumbrar, pero será en los próximos años, cuando nos demos cuenta de la verdadera magnitud del problema. Una y otra vez asistimos a los efectos de la "economía del pobre", que por no gastar un euro en su momento se tiene que gastar dos cuando no toca.

Desgraciadamente, ni el mantenimiento, ni la prevención permiten cortar cintas ni dar grandes discursos.


@El Ingeniero del Futuro.


Saludos.