miércoles, 28 de marzo de 2012

El Colegio de Caminos

Desde la semana pasada, estoy recibiendo vía correo ordinario, y también a través del correo electrónico, las diversas propuestas electorales de los grupos que se presentan a las elecciones para la Renovación de la Junta de Gobierno y del Consejo General del Colegio de Caminos. http://www.ciccp.es/

La verdad, es que cada vez que pago la cuota correspondiente, me pregunto ¿para que?. Quizás será culpa mía, pero en mis 11 años como colegiado, me ha servido para muy poco. Siempre he tenido la sensación de que el Colegio es como el administrador de mi edificio: nunca sabes si trabaja para los que le pagan o para  él mismo.

El Colegio de Caminos, para el que no lo conozca, es ese organismo con unas sedes impresionantes, unos gastos de funcionamiento desproporcionados y anclado en el pasado, cuyo objetivo principal parece el de perpetuarse y sobrevivir, más que servir a los colegiados, que en definitiva son sus clientes.

Siempre me ha dado la sensación de que funciona "a remolque" de los acontecimientos, sólo hay que ver los cursos y la formación que ofrecen. Últimamente, parece que se han dado cuenta de que el mercado de profesionales de ingeniería civil en nuestro país está tan mal, que la única manera de sobrevivir es la internacionalización, y se dedican a ofrecer cursos de idiomas acelerados e información sobre los diferentes destinos, como si fuesen la agencia de viajes de la esquina. Casi nada, llegan una década tarde. La obligación de un colegio profesional debería ser anticiparse a los acontecimientos.

Por no hablar del servicio de empleo, ya ni me acuerdo desde cuando no se publica una oferta en condiciones. Se echa de menos una participación más activa en la generación de oportunidades profesionales. Su papel como agencia de empleo tampoco ha sido muy bueno, ni siquiera ha conseguido servir como cauce de referencia en la contratación de profesionales de la ingeniería civil.

Hay cosas que no dejan de sorprenderme, como por ejemplo, que en la memoria de actividad del año 2.010 (la más reciente disponible), en la estadística del número de colegiados, se sigue separando entre colegiados hombres y mujeres. También podríamos separar entre rubios y morenos, altos y bajos, pero... es que no entiendo cual es el objetivo.  Hombre, cosas como estas parecen del siglo pasado, quizás no tiene demasiada importancia, pero es un símbolo.

De todas maneras, para mí lo peor con diferencia es la sensación permanente de que es una institución cuya mirada está puesta siempre en el pasado: menciones honoríficas, homenajes, defensa de privilegios pasados, mecanismos de comunicación totalmente desfasados...La presencia en redes sociales y medios de comunicación es prácticamente inexistente. La realidad es que nadie nos conoce, y desgraciadamente no pasa demasiado tiempo sin que tenga que explicarle a alguien cual es el trabajo de un ingeniero civil. 

No entiendo como se puede defender una profesión de esta manera. Creo que es necesario un cambio de enfoque drástico, en el mundo en el que nos toca vivir es fundamental la orientación hacia el mercado, es decir, hoy es necesario "venderse", y hacerlo muy bien, por eso, me parece que cosas como las revistas profesionales se deberían de enfocar hacia un público más amplio, con el objetivo de difundir los logros de la profesión y prestigiar nuestro trabajo. No se programan actos, ni exposiciones ni conferencias ni nada por el estilo destinadas a un público general, o por lo menos enfocadas hacia un público con conocimientos técnicos. Las relaciones con otros profesionales técnicos son prácticamente inexistentes. Yo no digo que que se rueden reportajes al estilo sensacionalista de Discovery Channel, pero existe el camino intermedio.

Después de todo este tostón, la mayoría os preguntaréis si mi actitud no es demasiado cómoda, porque no hago demasiado por cambiar las cosas. Y seguramente tenéis razón, pero no todo el mundo tiene cualidades para liderar cambios de esta entidad, algunos sólo servimos para reflexionar acerca de ello.

En cuanto al tema de las elecciones, yo soy de los que piensan que hay ocasiones en que para mejorar algo el camino más rápido es comenzar desde cero, y no creo que este organismo se pueda cambiar desde dentro, El Colegio de Caminos de los nuevos tiempos se debería cimentar sobre las cenizas del actual. 

No obstante, y pese a mis reticencias, creo que hay una candidatura (http://www.candidatura-redes.com/) que merece cuanto menos prestarle algo de atención, porque parecen cargados de buenas intenciones.

Por último una reflexión: quizás sería mejor que para gestionar y potenciar el colegio, estuvieran al frente del mismo  profesionales con formación específica y no ingenieros de caminos. Espero vuestras opiniones.

Un saludo.

@El Ingeniero del Futuro.





martes, 20 de marzo de 2012

Los Planes de Estudio en Ingeniería

El domingo, como ya es tradición empezó el campeonato de F1 en Australia (circuito de Alber Park), y empecé el día "con alegría", levantándome a las 6:00 am para ver la primera carrera (previo incluido) de la temporada, menos mal que fue entretenida.

Siempre me ha interesado mucho el mundo del motor, y el trabajo de los ingenieros a pie de pista. Son el perfecto ejemplo de "hiperespecialización", cada uno se ocupa de un área concreta del monoplaza (suspensiones, sistema hidráulico, sistema eléctrico, dirección, motor, etc..). 

Quizás esto sea excesivo, pero también creo que  la formación tan generalista que se imparte en las Escuelas de Caminos tampoco es la adecuada para el trabajo tal y como se configura en la actualidad.

Os voy a contar mi experiencia personal: yo empece a estudiar en la Escuela de Caminos de Valencia, en Octubre de 1.991, con el plan del 82 (creo recordar) que constaba de 6 años, y dónde se elegía especialidad el último año, aunque esto afectaba a muy pocas asignaturas y no era una especialización real.

La primera parte de la carrera (4 años), transcurre entre asignaturas de conocimientos básicos y asignaturas en principio específicas de ingeniería civil, pero cuyos contenidos están desarrollados en la mayoría de los casos de forma demasiado teórica. Durante estos años, esperas y preguntas con ansiedad, cuando vas a aprender a calcular puentes, carreteras, presas y esas cosas que uno espera poder hacer algún día cuando empieza a estudiar esto. La respuesta siempre suele ser que más adelante, que primero tienes que adquirir una "base " suficiente.

Bueno, pues parecía lógico, pero... a mi me pasó una cosa curiosa, no tengo claro si fue algún tipo de abducción, o una crisis de amnesia, pero lo cierto es que de repente, te plantas a mediados del quinto año, y de forma sorprendente, la mayoría de cosas ya las tenías que saber. De verdad, que yo me debí de saltar algún curso.

Y así, después de mucho estudiar, terminas y te das cuenta que estás perfectamente preparado para empezar a estudiar otra vez.

Esto, dicho así, queda muy bien, y la verdad, es interesante porque en una segunda pasada tu aprovechamiento se incrementa exponencialmente, pero de verdad ¿se puede permitir la sociedad impartir este tipo de formación en una carrera técnica?. Mi opinión es que NO, radicalmente no, es una gasto que no se puede permitir la sociedad, para eso están las carreras científicas.

Yo llevo relacionado con el mundo de las cimentaciones especiales desde hace más de 10 años, y cuando empecé en esto, no sabía nada (útil) de anclajes, micropilotes, inyecciones, pantallas y demás. Triste, pero real como la vida misma. Y no hablamos de técnicas revolucionarias, ehh, que ya eran técnicas más que habituales a finales del siglo XX.

La intención de los nuevos planes de estudio era que esto cambiase, pero cuando he leído recientemente opiniones de directores de escuelas y decanos de colegios, me parece que se sigue insistiendo en el mismo modelo, pero maquillado con pinceladas de los nuevos tiempos: que buenos somos y cuantas ecuaciones diferenciales sabemos, y la situación laboral es lamentable, pero podemos calcular una estructura hiperestática con una mano atada a la espalda y con un ojo cerrado... muy útil.

El trabajo de los ingenieros del futuro y del presente, se fundamenta en el trabajo en equipo, la especialización y la formación continua, y esto se potencia muy poco.

Bueno, supongo que cada uno tendrá una opinión al respecto, y con más fundamento que la mía, pero creo que la mayoría estaréis de acuerdo conmigo en que se imparte una formación excesivamente teórica, y que muchos de los profesores están demasiado desconectados de la realidad de la profesión. 

Os dejo el enlace a un artículo de la revista de Obras Públicas, escrito por Edelmiro Rúa, que me ha parecido muy interesante, porque hace un repaso a la fundación de las Escuelas de Caminos en España, y a los primeros planes de estudios.


Espero vuestras opiniones en la encuesta.

Saludos.

viernes, 2 de marzo de 2012

Ingeniería Civil y Responsabilidad Social


Hace unos días pasé por primera vez por el "Nou Pont de Fusta". Para los de fuera de Valencia, es un puente nuevo, que se ha proyectado y ejecutado en el lugar de la antigua pasarela peatonal que comunicaba las dos orillas del antiguo cauce del río Turia, a la altura de las torres de Serrano. Este puente, pretende sustituir al de Serranos cuya construcción en la configuración que hoy conocemos, tiene su origen en el siglo XVI, y que se quiere peatonalizar con el objetivo de preservar su estado.. La verdad es que el diseño me parece interesante, y la construcción ha sido rápida y bien planificada. Os pongo una foto de los últimos días.



Lo malo es que para poder pasar por el nuevo puente, hay que tomárselo muy en serio, y planificar la ruta con más detalle que una etapa del París Dakar, porque lo cierto es que está difícil. Es el perfecto ejemplo de infraestructura que va de ningún sitio a ninguna parte, que lo único que genera es tráfico parásito y no sirve para descongestionar los puntos críticos ya habituales. Y mira que me fastidia decirlo, pero es que se vuelve a repetir el mismo error una y otra vez. Será verdad aquello de que el hombre es el único animal....Ya pasó lo mismo con el Puente de las Artes, otro gran diseño, con una intensidad de tráfico "de risa", como muestra una foto reciente, en una de las horas de mayor intensidad de tráfico.



Todo esto suele venir de una decisión política, en contra de muchas opiniones de técnicos. Pero... eso no nos exime de responsabilidad, no debemos olvidar que si hay una profesión que está directamente conectada con la sociedad es la nuestra, y uno de los campos de actividad más tradicional de los ingenieros civiles, como su nombre indica; es el planeamiento, diseño, construcción y mantenimiento de todo tipo de infraestructuras públicas. Es decir, obras que son pagadas, la mayoría de las veces con dinero público, algo que no debemos olvidar.

En Valencia tenemos muchos ejemplos de obras, en las que la relación coste-utilidad no parece muy adecuada, puentes con un diseño correcto en sitios inadecuados, puentes en el sitio correcto con un diseño lamentable, y hasta inadecuado para su función, y por supuesto, puentes con unos costes de construcción y/o mantenimientos desproporcionados. Y el campeón en esto, es Santiago Calatrava, cuya huida hacia adelante nos ha dejado en la puerta de casa varios ejemplos para no olvidar.

Tiene algunas obras muy acertadas, pero la mayoría no lo son, aunque merecen un comentario aparte más detallado, y además no me parece justo centrarnos sólo en él, sus diseños son los más conocidos, pero no son los únicos despilfarros de dinero público.

Vamos con el "Top Five" de los puentes sobre el Turia para olvidar:


1.- "El puente de la Exposición", más conocido por "el puente que se tortura a torsión", con su espectacular arco decorativo, y su capa de rodadura con tendencia a emprender la huida, y paraíso de suicidas.

2.- "El Puente de las Artes", o como desperdiciar un gran diseño. Si algún día pasas por él, no te preocupes no está cerrado aunque vayas sólo.

3.- "El Puente de L'Assut d'Or", más conocido como "el jamonero", el puente con record de siniestralidad vial.

4.- "El Puente de las Flores", el puente más caro de mantener de Valencia Si por lo menos nos pudiésemos comer la decoración, sería más útil.

5.- "El Nou Pont de Fusta", o dónde está mi puente. Viaje de ningún sitio a ninguna parte.



Y yo me pregunto, si no deberíamos dar un paso al frente, y oponernos con más fuerza a este tipo de obras. Ahora que parece que vuelve la época de los "tecnócratas", creo que tenemos que asumir nuestra responsabilidad. No hay nada más bonito en una obra pública, que cuando se conjuga un diseño eficiente, con una estética agradable y permite a los ciudadanos mejorar su calidad de vida.


@ El Ingeniero del futuro.


Un saludo.