jueves, 17 de mayo de 2012

Yo También Estoy Indignado

Pues sí, yo también estoy indignado, y no me apetece hablar de ingeniería:

Estoy indignado por la cantidad de amigos y conocidos que lo están pasando realmente mal, indignado por la cantidad de talento y formación que se está desaprovechando, pero sobre todo, estoy indignado por la gran cantidad de mentiras y falsedades que algunos han conseguido que formen parte de nuestra realidad cotidiana.

Primera falsedad: nos hemos endeudado porque hemos querido vivir por encima de nuestras posibilidades.
Cualquiera que tenga un poco de interés y busque los datos, se dará cuenta que el endeudamiento de los hogares en España se ha mantenido por debajo del endeudamiento medio de la zona euro hasta el año 2.001. ¿Qué paso entonces? Pues muy sencillo, la entrada del Euro en funcionamiento, y algo más unos tipos de interés muy bajos, porque a la Europa central le interesaba para reactivar su economía. Con este panorama, la semilla de la "burbuja inmobiliaria" comenzó a florecer en nuestro país, alimentada por la entrada de dinero procedente del resto de la Unión Europea. ¿Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades?. Pues no, es imposible técnicamente hacerlo. Lo que hemos hecho ha sido aprovechar las posibilidades del sistema, y ahora nos toca nuevamente adaptarnos a la nueva situación. No me parece nada irresponsable.

Segunda falsedad: España tiene un problema de endeudamiento público.
No, de ninguna manera, el endeudamiento público era de los más bajos de los países desarrollados antes del comienzo de la crisis, y aún hoy después de lo que ha pasado, sigue siendo moderado con respecto a otros países como Japón, Estados Unidos o Italia por ejemplo.

Tercera falsedad: Nuestro sistema sanitario es insostenible.
Gran mentira, porque nuestro sistema de salud, además de ser de gran calidad,  tiene uno de los costes por habitante más bajos de Europa. ¿Qué pasa entonces?. Pues que habrá que gastar el dinero de los impuestos mejor y eliminar todas las ineficiencias del sistema, que las hay y muchas. 

Cuarta falsedad: Los servicios públicos son deficitarios y hay que privatizarlos.
Pues claro que son deficitarios, que tontería, por algo son servicios públicos. Ya me explicará alguien como puede ser rentable un servicio como el metro, si incluimos los costes de amortización de la construcción. Es de locos. Pero si tenemos en cuenta los beneficios sociales y de desarrollo económico a largo plazo, de difícil valoración, claro que son rentables.

Quinta falsedad: La culpa de la crisis la tienen los políticos por derrochar.
La mayor mentira de todas. En efecto lo han hecho, y lo siguen haciendo, pero porque los ciudadanos se lo permitimos y no les pedimos responsabilidades. El poder lo debemos recuperar los ciudadanos, si dejamos que el miedo nos paralice, nos tendrán dominados.


En el fondo, me da la sensación de que existe un corriente de opinión (el lado oscuro de la fuerza), cuyo objetivo es hacer que nos sintamos culpables, para poder convencernos de que el sistema económico-social que ha proporcionado a Europa el mayor período de prosperidad y bienestar es insostenible. ¿Con qué objetivo?, pues no lo sé la verdad, espero que alguien me proporcione alguna pista.

Saludos.

@ El Ingeniero del Futuro.

martes, 8 de mayo de 2012

Tiempo de Valientes

Vivimos tiempos muy complicados para todos, pero siendo honestos, siempre hay personas que están mucho peor que nosotros. Últimamente, la burbuja en la que vivimos a causa de la crisis económica, quizás nos haya hecho olvidar que mucha gente sigue necesitando ayuda.

Afortunadamente, siempre hay personas y organizaciones que dedican sus vidas a ayudar a los demás. Sin embargo, una de las consecuencias de la actual crisis económica y de valores que sufrimos, es la disminución de los fondos que los gobiernos dedicaban a disminuir las desigualdades sociales y ayudar a los más desfavorecidos, lo que está poniendo en serias dificultades muchas buenas iniciativas, y el trabajo y dedicación de grandes personas.

Estoy seguro que todos estamos muy sensibilizadas con lo que significa la ayuda social, sin embargo, están los que simplemente piensan que alguien lo hará, los que hacen lo poco que pueden, y luego están los que son capaces de dar un paso más, de arriesgarse y de hacer algo por mejorar este mundo. Quizás la mayoría, desde nuestro escepticismo, hemos abandonado el sueño utópico de crear un mundo mejor, pero afortunadamente todavía existen personas valientes.

A mí y a muchos otros, nos falta la valentía o determinación suficientes para dar un paso al frente, así que por lo menos intento poner mi "granito de arena" dando a conocer iniciativas como la que os presento. Hay muchas otras, algunas muy buenas, y todas cargadas de buenas intenciones, pero como yo conozco ésta un poco más de cerca, me siento obligado a darla a conocer.

Recordar que el mundo se cambia desde abajo, gastando tiempo y dinero en educación y en los niños, que serán los adultos del mañana.


El Preventorio Infantil Nuestra Señora del Amparo.


Blog de Eoghan Ryan



Saludos.

@ El Ingeniero del Futuro.


miércoles, 2 de mayo de 2012

Un Poco de Economía Básica

No hay día que no nos levantemos escuchando en la radio, o leyendo en alguno de los periódicos nacionales al periodista de turno, soltando sus habituales y por otra parte nada originales ideas, acerca del cambio de modelo productivo y del derroche que según ellos hemos realizado los últimos años en la construcción de líneas de alta velocidad.

Vaya por delante, que me estoy empezando a cansar de esta actitud tan española, de ensalzar hasta el infinito los pequeños logros patrios, cuando todo marcha bien, para pasar, sin solución de continuidad a ridiculizar hasta extremos indecentes cuando las cosas no funcionan. Seamos serios, ni una cosa ni la otra.

El famoso cambio de modelo productivo, que dicho así queda como muy "de moda", no es para nada un concepto sencillo, ya que está plagado de interrelaciones entre condiciones culturales, sociales y geográficas de un país, y no es algo que unos señores sentados en sus despachos puedan cambiar por su cuenta. Pero es más, es que no está claro que sea necesario cambiarlo. No parece muy lógico, que pretendamos de la noche a la mañana hacer algo, que no hemos hecho en décadas y además hacerlo mejor que otros países que nos llevan generaciones de ventaja. No creo que pretendamos hacer la competencia a Alemania fabricando maquinaria pesada, a Inglaterra como centro financiero, a Suiza fabricando relojes y chocolate o a Mónaco haciendo vete tú a saber que.

Realmente, no hay nada de malo en vivir del turismo, de la construcción y de la exportación de los productos que siempre se han fabricado en este país, lo que sí hay que hacer es apoyar a estos sectores, para que sean cada vez más competitivos. No es de recibo, que Italia comercialice el aceite de Jaen, que nuestras fábricas de inyección de plástico fabriquen jardineras, sillas y mesa de "diseño italiano", y parte de nuestro vino viaje a Francia y Alemania para etiquetarse y venderse. Y lo que me parece más increíble es que legiones de camiones viajen por toda Europa para abastecer los mercados centrales de medio continente, con un transporte tan poco eficiente.

Pero vayamos por partes. Como ya es sabido desde hace mucho tiempo, una de los condicionantes  necesarios para el desarrollo de una industria competitiva es la existencia de una red de transporte eficiente. Y en un país con las características montañosas del nuestro, y con la ausencia de transporte fluvial, es fundamental el desarrollo de una red de ferrocarril eficiente, tanto para el transporte de mercancías como para el de pasajeros.

Os podéis imaginar lo que supondría para el turismo, la agricultura, la industria azulejera, jugetera y del calzado, si existiese una línea de alta velocidad que conectase todo el arco mediterráneo con el centro de Europa, y de paso con el centro del país. Un verdadero sueño.


Sin embargo, hemos tardado demasiado en acometer las obras de modernización de la red ferroviaria, y valga el juego de palabras, hemos perdido el tren. ¿Dónde está "el corredor mediterráneo"?, una infraestructura tan básica.Ahora de forma apresurada nos entran las prisas y empezamos a inventar cosas como el "tercer raíl". En su momento, y da igual el color político, se apostó en exceso por el transporte por carretera, y llenamos el país de autovías, autopistas y rotondas. A simple vista podía parecer una buena idea, pero ahora nos estamos dando cuenta de los enormes costes de mantenimiento de estas infraestructuras, y de lo difícil que resulta repercutir estos costes a los usuarios.

Por otra parte, otro de nuestros grandes sectores productivos, es la construcción como todos sabemos. Un sector que puede llegar a ser muy competitivo, cuando ejecuta proyectos en el exterior. Pero, no nos engañemos, somos competitivos cuando salimos al exterior de forma organizada, es decir, cuando las empresas internacionalizan los equipos de trabajo. Por contra, me parece una idea nefasta, desmontar las estructuras productivas existentes para internacionalizar a nuestros técnicos en forma de "comandos" 

Pero una vez más, hemos empezado tarde, y es una verdadera pena, que se pierdan tantos profesionales y especialistas (no me refiero a la mano de obra no cualificada) y se le obligue a reconvertirse de forma apresurada. Parece que los profesionales de la construcción somos los nuevos "leprosos", y nuestros dirigentes se avergüenzan de nosotros.

Por cierto, por si alguien lo duda, la recuperación económica sólo puede venir de la mano del turismo.


@El Ingeniero del Futuro.